Victoria Hernández

Mi camino comenzó en España en 2013, donde trabajé con personas afectadas por condiciones de salud mental a largo plazo y sus familias. Esta experiencia profundizó mi comprensión de cómo estos desafíos moldean las dinámicas familiares, la identidad individual y la autoestima, reforzando mi compromiso con un enfoque sistémico que considera las relaciones dentro de contextos sociales y culturales más amplios.

Apoyando a las Familias en Escocia

Con sede en Escocia desde 2015, ahora apoyo a personas, niños, jóvenes y familias, incluidas aquellas en la lista de espera de CAMHS, que enfrentan desafíos de salud mental, conflictos de relaciones y transiciones en la vida. También trabajo con personas y familias neurodivergentes, fomentando la comprensión mutua y creando rutinas afirmativas.

Los Beneficios de la Terapia Sistémica

La terapia sistémica mejora la comunicación, aborda problemas de comportamiento en niños y adolescentes, apoya a las familias con ansiedad y depresión, y gestiona las diferencias en la crianza. Ofrece un espacio reflexivo para explorar desafíos que pueden ser difíciles de discutir debido a responsabilidades diarias o miedo a la escalada.

Juntos, identificamos patrones poco útiles, exploramos cómo las experiencias pasadas y los contextos sociales influyen en las interacciones actuales y trabajamos hacia una comprensión compartida de las necesidades de cada persona. Utilizando métodos creativos cuando sea necesario, me aseguro de que todas las voces sean escuchadas en un espacio cálido y culturalmente sensible.

La terapia familiar suele ser breve, con una duración de 6 a 8 sesiones, aunque una sola sesión a veces puede llevar a un cambio significativo. Las sesiones son flexibles e incluyen a personas de apoyo como familiares, parejas o amigos.